sábado, 20 de diciembre de 2008

Desnutrición: Pautas de diagnóstico

El diagnóstico de desnutrición es esencialmente clínico, sin embargo, algunas pruebas de laboratorio son utilizadas en la práctica cotidiana para determinar el origen y la severidad del cuadro, establecer la el pronóstico y definir el plan de manejo.

Entre las variables que deben ser consideradas en la anamnesis se incluyen edad, sexo, nivel educativo, condición socioeconómica, hábitos alimentarios, antecedente de infecciones o enfermedades crónicas y existencia de entidades clínicas que ocasionen limitación de la ingesta y/o de la absorción alimentaria, alteración en el metabolismo de los nutrientes o aumento en la excreción de los sustratos energéticos del organismo.

Los hallazgos del examen físico están relacionados con el tipo de desnutrición, en términos generales, los pacientes con alteración en el metabolismo protéico calórico presentan pérdida de peso severa asociada con atrofia generalizada del tejido muscular y de la grasa subcutánea (marasmo) o pérdida de peso leve a moderada asociada con edema periférico, cambios patológicos en piel y faneras y otros trastornos orgánicos (kwashiorkor).

La determinación de la composición corporal también aporta información útil para el diagnóstico de desnutrición, entre los métodos más utilizados para establecer el estado nutricional del paciente con sospecha clínica de déficit nutricional son la antropometría, la imagenología y la impedancia bioeléctrica.

La antropometría permite estimar el índice de masa corporal e inferir la duración y severidad de los estados de desnutrición con base en la medición de la circunferencia muscular y de los pliegues subcutáneos bicipital, tricipital, subescapular y suprailíaco. La ecografía, la tomografía computarizada y la resonancia nuclear magnética son utilizadas por algunos clínicos como complemento diagnóstico en pacientes en que se presentan dificultades para alcanzar un diagnóstico definitivo.

Las deficiencias de micronutrientes pueden dar lugar a diversos cuadros patológicos, evidenciables en forma aislada o en conjunto. La deficiencia de vitamina A se asocia con cambios dérmicos y oculares, la de vitamina D con osteomalacia, la de hierro y ácido fólico con anemia microcítica, la de yodo con incremento de peso corporal y mixedema en adultos y con bajo peso y retardo mental en pacientes pediátricos, y, finalmente, la de zinc con deficiencias en la función inmunológica local y aparición de infecciones y otras patologías relacionadas.

Entre las pruebas de laboratorio indicadas en los pacientes con desnutrición se incluyen cuadro hemático (anemia microcítica, leucopenia, granulocitopenia, trombocitopenia en casos severos), parcial de orina (proteinuria, glucosuria, hemoglobinuria, bacteriuria, leucocituria), determinación de proteínas plasmáticas (hipoproteinuria global, hipoalbuminemia aislada o en asocio con hipoglobulinemia), glucemia basal y postprandial (hipoglicemia), electrolitos séricos (hipocalcemia, hiponatremia, hipocalemia), gases arteriales (alcalosis o acidosis metabólica), creatinina (disfunción renal), hormonas tiroideas (hipotiroidismo por deficiencia de yodo), materia fecal (parásitos hematófagos) y determinación específica de vitaminas y oligoelementos.

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