martes, 22 de septiembre de 2015

El Día sin Alcalde


  
No estoy en contra de cuidar el medioambiente, todo lo contrario, soy de los que creen que los seres humanos le estamos haciendo daño al planeta y que urge tomar medidas para mitigar el efecto "nocivo" de nuestro paso por la tierra.
Sin embargo, la idea de que con impedir la movilidad de los automóviles particulares tiene un impacto relevante en la calidad del medioambiente es simplemente ridícula, es una verdad de Perogrullo que si hay menos automotores circulando habrá menos contaminantes en el aire, pero eso no soluciona el problema del calentamiento global, ni evita la lluvia ácida, ni reduce de forma permanente él nivel de partículas contaminantes, factores que como está comprobado son causa de enfermedades crónicas y muertes lentas.
De lo que sí estoy seguro es que hay situaciones cotidianas en la vida de la capital, que por cuenta de la falta de sentido común - el menos común de los sentidos -, ausencia de raciocinio y carencia de un mínimo de inteligencia de nuestros gobernantes, evitan que muchos de nosotros lleguemos a la edad en que puedan expresarse las enfermedades mencionadas y hasta a vivir "una muerte lenta".
Y es que los atracos, con "puñalada" o "tiro" a plena luz del día, la acción de las bandas criminales, la extorsión por parte de bandas organizadas, el fleteo, el estado de las calles y el transporte público, las alcantarillas que devoran seres humanos y quizás la peor, la corrupción rampante que consume a diario los recursos de la salud de los más pobres, son problemas más cercanos y más urgentes de resolver, finalmente, si no salimos vivos de esta carrera diaria contra la muerte, no tendremos la oportunidad de atravesar por ese "envejecimiento acelerado" que vive nuestra ciudad.
¿Por qué a ninguno de nuestros ilustres gobernantes se le ocurre el ´"Día sin Corrupción", el "Día sin Robos", el "Día de la Seguridad Ciudadana", el "Día del Transporte Público Digno", el "Día de la Atención Oportuna y Digna en Salud", o muchos otros días que podrían contribuir más a nuestra calidad de vida, que bloquear los pocos medios de transporte DIGNO que quedan en la ciudad y generar millones de pesos en pérdidas a los ciudadanos honestos que viven de su trabajo y quienes se ven perjudicados de manera significativa por los "juegos del hambre" de un alcalde que se ha dedicado más a satisfacer su ego personal que a gobernar una ciudad que tanto necesita dedicación y entrega.
Al finalizar esta diatriba que me ha permitido desahogar mis penas y expresar mi inconformidad con un gobierno que no ayudé a elegir, se me ocurrió proponer el "Día sin Alcalde", como una medida que podría contribuir más que el "Día sin carro" a limpiar nuestra ciudad, el único problema de esta iniciativa es que la ciudad tendría que tener alcalde para apartarlo del cargo por un día.