miércoles, 25 de febrero de 2009

Gota: Consideraciones Terapéuticas


El abordaje del paciente con hiperuricemia y gota debe estar orientado a controlar en forma eficaz el ataque agudo de dolor, prevenir las recurrencias, minimizar o evitar la aparición de complicaciones derivadas del depósito de urato en las articulaciones o en el parénquima renal y reducir la posibilidad de alteraciones funcionales. El manejo de los individuos con hiperuricemia asintomática debe limitarse al uso de medidas no farmacológicas como la adecuación de la dieta (disminución del contenido de alimentos ricos en purinas, grasas y carbohidratos), la reducción de peso, el control de la ingesta de alcohol y el control de los factores individuales de riesgo. No se recomienda el uso de fármacos para disminuir los niveles de ácido úrico en este grupo de pacientes.

El tratamiento farmacológico es la piedra angular del manejo de los pacientes con gota. Los medicamentos disponibles para el control del ataque agudo de gota son los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), la colchicina y los corticosteroides. Los AINEs constituyen la alternativa terapéutica más utilizada alrededor del mundo en pacientes no complicados, entre los fármacos prescritos con mayor frecuencia se encuentran la indometacina, el ibuprofeno, el naproxeno, el sulindac, el piroxicam y el ketoprofeno.

Más del noventa por ciento de los cuadros de gota aguda se resuelven satisfactoriamente entre cinco y ocho días después del inicio de la terapia, sin embargo, su uso se encuentra limitado en una proporción importante de casos por su potencialidad tóxica, razón por la cual han de ser administrados con precaución en pacientes ancianos y/o con antecedentes de enfermedad péptica, insuficiencia cardiaca congestiva e insuficiencia renal crónica.

La colchicina, una droga antimitótica extraída de las raíces del colchicum autumnale, es uno de los agentes terapéuticos más antiguos en el manejo de los episodios agudos de gota. El mecanismo de acción del medicamento parece estar relacionado con el efecto antiinflamatorio que se deriva de la inhibición de la fagocitosis de los cristales de urato y del bloqueo de la liberación de los factores quimiotácticos por parte de los granulocitos. El esquema posológico recomendado consiste en la administración oral de dos tabletas iniciales seguidas de una tableta cada hora hasta que se presente mejoría del dolor o aparezcan signos de toxicidad gastrointestinal (náuseas, vómito, diarrea).

El uso de corticosteroides está indicado en los casos que no responden en forma adecuada al tratamiento con AINEs o colchicina y en aquellos casos en que existen contraindicaciones para el uso de estos medicamentos. La aplicación intraarticular es una medida terapéutica eficaz en una gran proporción de pacientes, el uso de la vía sistémica se reserva para los casos severos en que no existe otra alternativa de manejo.

La hormona adrenocorticotrópica (ACTH) también ha sido utilizada en el tratamiento de algunos casos de gota aguda con una efectividad equivalente a la de indometacina. La administración de la sustancia se encuentra restringida en pacientes que hayan recibido corticoides sistémicos en los días anteriores al inicio de la terapia. La urato oxidasa recombinante se ha convertido en una alternativa reciente para la profilaxis a corto plazo y para el manejo de la hiperuricemia asociada con el tratamiento quimioterápico de enfermedades proliferativas y con el uso de ciclosporina en receptores de transplantes alógenos.

1 comentario:

Jose dijo...

Saludo Dr. Morales. Presento un aaceso agudo de a. urico en la rodilla. Llevo 5 dias tomando Diclofenac potasico. Hoy lei su articulo y empece con la colchicina. Confio en Ud.